miércoles, 13 de enero de 2016

Cocinando textos. ¿Para qué escribo? ¿Y por qué te tendría que importar?


(Dibujo que alguna vez dediqué a mi hermana, después de hacerle ese super peinado.)

Escribo porque es como crear un tiempo aparte. Donde en cada soporte que me queden las palabras se llegan a expandir universos paralelos.
Escribo porque quiero y tengo derecho. Porque las palabras nos pertenecen.
Porque me gusta flashear y recordar, mucho después, cuáles fueron mis delirios.
Escribo para viajar sin salir de casa. Llorar, reír y hablar sin mover mi cara. Para hacerte sentir lo que siento. Para escucharme y que me escuchen.
Para que cada vez que me detengo a hacerlo me pregunten si no tengo otra cosa mejor que hacer.
Lo hago para disfrutar la libertad de la imaginación en todas sus formas. Para reinventarme. Tanto como cuando dibujo, cocino o saco fotos. Para mentir o gritar verdades sin piedad ni culpas. 

Escribo porque lo aprendí. Porque otros ya escribían antes de que yo supiera lo que era una birome, un papel, un teclado. Y a esos "otros" les doy gracias.
A esos que pasaron su tiempo disfrutando de compartir su vida para hacer mejor la de los demás. Los que sufrieron y se desgarraron en palabras para plasmarlo en un papel. Los exagerados como yo. 
Gracias a los libros que pasaron por mis manos, incluso a los que nunca leí. Cualquiera puede necesitarlos y espero estén ahí.
Porque desde que jugué más y más con las letras supe que tenía nuevas herramientas para crear. Que crear me daba alas para volar y que volar me daba más ganas de vivir.
Entendí que todos deberían volar. Vivir en este mundo es un vómito insoslayable dónde crear es existir sin darse por vencido. 

Por todo esto, puedo darle lugar a una parte de mí en estos medios. Dándome a conocer. Opinando, bancando ideas, broncas, amores, reflexiones y hasta tonterías.
Escribo como respirar. Para sentirme viva. Para demostrar la libertad que podemos y debemos tener.
Ojalá pueda trasmitir, con alguna de mis formas, estas ganas de contar, de crear... dónde sea y para quién sea. Las ganas de enseñar a otros que escribir hace inmortal tu voz. 

Aprovechen estos medios para abrir la mente frente al mundo y meter mundo en sus cabezas para hacerle frente. 

Y sé que estás pensando que esto no tiene nada que ver con la cocina. Y acá está mi libertad. 

Te invito a preguntarte cuándo fue la última vez que escribiste con placer más de un párrafo con alma. Te doy el pie a que lo hagas. Que elijas por qué te tendría que importar. Y ahí está tu libertad. 

Como disparador de regalo: Inventá tu propia receta desde los ingredientes que quieras


Alguien que también contó por qué escribía y se eternizo con sus propias palabras.





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